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Chindogu: inventos inútiles. agosto 3, 2006

Posted by hukes in Curiosidades, Gadgets, Herramientas.
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chindogu mirror

“Mira mamá, lo que inventé”

Esas palabras toda la madres ha de haber escuchado de la boca de sus hijos, mínimo una vez. Y no vale cuando la mamá dice “Ay, hijo, tu nomás inventando”, porque ella realmente no se está refiriendo a un invento per se, sino a que el hijo se la pasa sólo de ocioso y/o creando excusas -o sea y volviendo a lo mismo: nomás inventando. No, no esa clase de invenciones es la que nos ocupa el día de hoy.

Tampoco se trata de los inventos que han contribuido al desarrollo de la humanidad, como el telescópio, la radio, la bicicleta o la televisión (esta de dudosa calidad en cuanto a contenido). No, los inventos que veremos ahora son aquellos que realmente no sirven para nada o que, siendo prácticos, hacen la vida más complicada de lo que era cuando no existían todavía.

Los japoneses, con su afán de poner frases completas en una sola frase, les llaman chindogu. No es “de gratis” que el doctor Chunga se haya especializado en esta clase de invenciones. Pero, antes de ir a poner lápiz sobre papel y diseñar un nuevo chindogu, hay reglas que respetar. Y más que reglas, son principios que dictan lo que un chindogu o invento inútil debe seguir para que se precie de ser verdaderamente inútil y elegante (para darles ese aire haikuesco).

Los diez principios del chidogu son:

1. Un chindogu no debe tener uso real.
2. Un chindogu debe existir.
3. Inherente en cada chindogu debe existir el espíritu de anarquía.
4. Los chindogu son artículos para la vida diaria.
5. Los chindogu no se venden.
6. El humor no debe ser la única razón para la existencia de un chindogu.
7. Un chindogu no es propaganda.
8. Un chindogu nunca es tabú.
9. Los chindogu no se pueden patentar.
10. Los chindogu están libres de prejuicios.

Para más sobre los cada principio, visitar designboom.

Hasta hay una Sociedad Internacional de Chidogu. En su sitio de internet se puede ver una camiseta para rascar espaldas, un aplicador de mantequilla, y un área para cruce de peatones portátil, entre otros más inventos.

Ahora sólo tengo que encontrar aquel porta-crayola que hice en el kinder para unirme a la sociedad inventora de chindogu.