Quién se llevó mi queso: el calendario. agosto 23, 2006

El colmo de los colmos.

Después de haber tomado el pelo de millones de personas, cínicamente, en su cara, editan un calendario de Quién se llevó mi Queso. Después del libro, el video y -supongo- del audiolibro, el volante convertido en libro tiene su calendario 2006 -posteo esto un poco tarde-. Y no crean que es un calendario como los que regalan en la tienda de abarrotes, que es como un póster con los doce meses -donde ya está sobrado el espacio para Quién se llevó mi Queso. Tampoco esta repartido en doce páginas, una para cada mes. No, esas son pequeñeces. El famoso e infame libro viene en 365 páginas. Sí, 365 páginas llenas de “sabiduría”, logrando una hazaña más en el campo de extender un folletito a lo largo de un año con una hoja por día.

Una sorpresa más: hubo un calendario Quién se llevó mi Queso 2005, otro 2004 y un 2003. Si hicieron el 2006 fue porque los anteriores fueron un éxito. In-cre-í-ble. Y seguro los compradores del 2006 fueron los mismos ingenuos que compraron todos los anteriores. ¿Quién en su sano juicio puede comprar nuevamente esta idea? Al parecer los suficientes para hacer negocio con la ingenuidad.

El éxito de la mercadotecnia queda una vez más confirmado. No importa qué tan malo sea el contenido, siempre habrá alguien que lo compre y quede feliz.

Mi opinión y resumen de Quién se llevó mi Queso en este post.

Enciclopedia Dune (Dune Encyclopedia). agosto 15, 2006

Dr. Willis E. McNelly, amigo de Frank Herbert, compiló la Dune Encyclopedia. Esta obra fue escrita por fans de Dunas y editada por McNelly, dando la aprobación final el mismísimo Frank Herbert (autor de Dune), quien escribió una introducción para la enciclopedia. Aunque en novelas posteriores, Herbert contradice algunas cosas que hay en el volumen.

Dune Encyclopedia ha estado tanto tiempo sin publicarse (desde 1984) que circulan ejemplares de segunda mano que se venden hasta por $459 dólares. Curiosamente, un sitio ruso tiene el documento en PDF, que fue convertido del libro a formato digital por Vitaly Chikharin.

En el sitio de Star Wars Origins -que bien merece una leída exahustiva por tanta información sobre Dune– está el link al sitio ruso en cuestión, advirtiendo que si hay problemas por derechos de autor, Star Wars Origins quitará el link a la página que contiene el PDF de la enciclopedia.

Links:
Star Wars Origins
thedune.ru

From a Buick 8. agosto 6, 2006

Stephen King es un autor de esos que les dicen comerciales, o sea que escriben para vender y ganar dinero. No sé si el fin de él sea el hacerse millonario (que supongo que ya lo es), pero de que sus libros se venden bien no hay duda. Y tiene el appeal para que se hagan películas basadas en sus libros. Desgraciadamente la mayoría de estas adaptaciones terminan siendo películas muy malas. Honrosas excepciones son “Carrie”, “The Shining”, “The Green Mile”, “Stand by Me” y “Pet Sematary”.

En esta ocasión, King cuenta la historia (un poco Lovecraftiana) de la Tropa D (una estación de policía) en Pennsylvania, que por azares del destino terminan con un Buick 54 en una de sus cocheras. Pero el Buick no es un carro, aunque aparenta serlo. El motor está en impecables condiciones, pero está hecho para no funcionar. La pintura del carro se restaura por sí misma, las llantas no guardan guijarros en los surcos y el polvo no se asienta sobre él. Pero eso no es todo, ni lo peor. El Buick vomita cosas.

Muchos se quejan de que la historia no lleva a ningún lado, pero ¿quién necesita una historia que tenga un final como San Nabor manda? Con Stephen King hay que disfrutar el viaje, no el destino. Y sí que es un viaje entretenido.

¿Quién se llevó mi queso? julio 23, 2006

¡No compren este libro!

Necesitaba decirles eso antes de escribir cualquier cosa. Entre más pronto se los dijera, mejor.

Pocas veces se encuentran libros tan malos como ese. Ahora, les voy a escribir el libro en una sola línea para que se ahorren la compra más inútil de su vida:

“Si ves que las cosas están cambiando, prepárate”

Eso. Así nomás. El libro ya es corto. No recuerdo cuántas páginas, pero lo leí en menos de dos horas. La fuente del texto era del tamaño de la segunda línea de la tabla de exámen de la vista. Se puede leer de una distancia de 8 metros con facilidad. Además de eso, y para sentir que el robo fue peor, está lleno de ilustraciones, cada una ocupa una página completa. Apuesto a que el autor era experto en hacer proyectos escolares extensos y completos con sólo una cuartilla de texto.

Lo leí en casa de un amigo. A él se lo dieron en la empresa donde trabaja, así que ni él ni yo gastamos nada en la porquería de libro. Me imagino al autor en su cama, cubierto de billetes, riéndose de todos los ingenuos que compraron el librito. Y peor: riéndose de aquellos que lo compraron, les gustó y consideran que fue una gran ayuda.