Pastafarianismo: la lucha contra la estupidez.

En el principio había oscuridad. El Monstruo Volador de Spaghetti (FSM por sus siglas en inglés) fue quien creó todo: montañas, árboles, hombres y todo lo demás. El FSM es un ser todopoderoso que está hecho de spaghetti, ojos y un par de albóndigas, es invisible e indetectable, pero la certeza de que fue Él quien creo el Universo es innegable y vemos su obra todos los días en nuestros hijos, en la naturaleza, en el cielo y en todos los lugares que se nos ocurra mirar. (-¿Acaso no suena familiar todo eso?)

Existe el Evangélio de Monstruo Volador de Spaghetti. En él, entre otras cosas están los ocho “Prefiero que no hagan” (que originalmente eran diez, pero el Pirata Mosey perdió dos después de que el FSM le hiciera entrega de las tablas). Cuando se le reza al FSM hay que terminar con la palabra “RAmén”.

El iluminado que descubrió que el Creador es el FSM es Bobby Henderson, un físico desempleado que desarrolló la teoría del FSM para protestar ante la idea de que el Diseño Inteligente se enseñase en las escuelas públicas de Kansas. Usándo la misma lógica (si acaso se le puede llamar lógica) que usan los seguidores del Diseño Intelgente, Henderson creó la idea del FSM con todo y documentos sagrados (hojas de cuaderno con dibujos a lápiz), donde él exponía su propia teoría de la creación, todo basado en la fé (que después de todo, la teoría es una broma). El Diseño Inteligente está basado sólo en eso: fé. Por lo tanto, tanto el Diseño Inteligente como la teoría del FSM son igualmente válidas para que se enseñen oficialmente en las escuelas públicas ¿o hay acaso alguna diferencia?

La teoría de la Evolución está por lo menos basada en Ciencia, que es nuestra mejor herramienta, por el momento, para explicar el Universo. El Diseño Inteligente es sólo una creencia, ni siquiera tiene bases científicas, como la Evolución. Asi que, si alguien quiere que sus hijos aprendan Diseño Inteligente, que le pagen a escuelas particulares para que lo hagan, y que el dinero de los contribuyentes no se gaste en una teoría que sólo ellos quieren que se imparta. Eso es prácticamente robo de dinero para los intereses de un grupo. Cada quien es libre de creer en lo que quiera pero sin afectar a los demás. En este caso la afectación es económica (gastando recursos del Estado), de tiempo (dedicándolo a la enseñanza del Diseño Inteligente) y de libertad (si no quiero que mis hijos estudien las creencias de otros ¿por qué tienen que hacerlo?).

Esperemos que esta tendencia al Diseño Inteligente desaparezca, por el bien de la Ciencia, de la Libertad y, ¡por el amor del FSM!, por el sentido común. O por lo menos que quede contenida en Estados Unidos y no se propague como un virus hacia el resto del mundo. Hay tantos ingenuos -y fanáticos- en este mundo, que bien cabe el miedo de que el Diseño Inteligente realmente traspase fronteras.

No estoy en contra de ninguna religión. Estoy en contra de imponer las creencias de unos en la vida de otros.

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